Un casco de skate es el equipo de protección más importante al patinar. No porque las lesiones en la cabeza sean las más comunes, sino porque las consecuencias pueden ser graves. Una muñeca se rompe con mucha más frecuencia, pero una muñeca rota vuelve a crecer. Sin embargo, el daño en la cabeza puede tener consecuencias duraderas. En los deportes de patinaje, la parte posterior de la cabeza corre un riesgo adicional debido a la caída hacia atrás. Por lo tanto, un casco de skate tiene una protección que se extiende más hasta la parte posterior de la cabeza que un casco de bicicleta.
Un casco de bicicleta o casco de skate debe tener una norma de inspección NEN-EN 1078:2012 o NEN-EN 1080:2013. Los cascos que no mencionan esta norma no son fiables.
Además, asegúrese de que un casco de skate le quede bien y no sea demasiado grande. No debería caerse si mantiene la cabeza boca abajo y la correa de la barbilla está suelta. El casco tampoco es fácil de deslizar hacia adelante y hacia atrás sobre la cabeza. Al utilizar el casco, la correa de la barbilla debe ajustarse de modo que pueda apretarla al abrir la boca.
Ahora bien, cualquier casco es mejor que ningún casco de skate, siempre y cuando no tengas la ilusión de que estás bien protegido con un mal casco.
También son importantes dos cosas para garantizar que realmente uses el casco de skate que compraste. Asegúrate de que el casco te quede cómodo y que te guste un poco. Especialmente los niños no ven la necesidad de llevar casco. Entonces, si quieren un casco rosa, morado o amarillo, simplemente tómelo, porque aumentan las posibilidades de que lo usen.
Un casco de skate está hecho para absorber un impacto fuerte y, en principio, debe reemplazarse después de un impacto importante. El interior queda entonces deformado y abollado y no puede absorber adecuadamente un nuevo golpe.
Si no va a utilizar casco durante un tiempo, guárdelo en la oscuridad. La radiación ultravioleta de la luz solar afecta a todos los materiales, provocando que pierdan sus propiedades. Esto no sólo se aplica a los cascos.
Determinando el tamaño:
Mide la circunferencia de tu cabeza unos 2,5 centímetros por encima de las cejas. Comprueba qué talla (XS - XL) te conviene más. Atención: cada marca tiene su propia interpretación de las tallas XS, S, M, L, XL. Por ejemplo, 56 cm puede ser una talla M para una marca y una talla L para otra. Para niños, mide aproximadamente 2 cm por encima de la ceja.